SIN TI NADA
TENGO, PERO CONTIGO TODO LO TENGO
Nada tengo
que ofrecerte a ti mi Jesús amado
Tú, el hijo
del Dios amado, verbo divino encarnado
Mira aquí
mis despojos y aun así mi amistad, tú procuras
A mi puerta
un día tú llegaste y al instante tocaste.
Cuantas
veces me llamaste y oídos sordos ponía,
Mas tú nunca
te venciste pues junto a ti me querías
¡Oh! que
grande fue mi ingratitud al no escuchar tu voz
Y hoy en tu
presencia descubro la grandeza de tu amor.
¡Oh! que
extraña manera de buscar a tus ovejas que
Por buscar a
una perdida a noventa y nueve dejas
Cuantas
batallas libraste para tenerme contigo
Y por fin
pude darme cuenta que tú eres mi vértice.
Y ahora
cuenta me doy que tú me hace fuerte en mi
Debilidad,
me levanta si mis pies tropiezan
Eres mi
refugio en las horas de soledad y tristeza
Y cada una
de mis batallas tú las libras por mí.
18/03/19
Autor.
GELASIO
GASPAR
@derechos de
autor
No hay comentarios:
Publicar un comentario